Con motivo del comienzo del nuevo curso 2011-2012. Me gustaría dedicar esta entrada a las Asanas, parte troncal sin duda de una sesión de Yoga.
Se trata de posturas confortables que se pueden mantener en forma estable. Su objetivo es regular y reequilibrar procesos vegetativos que sostienen la vida en sus aspectos normalmente inconscientes: respiración, circulación, nutrición, excreción, regulación química hormonal y nerviosa.
Al recuperarse el equilibrio orgánico, la mente queda liberada hacia el conocimiento; y el espíritu, hacia la trascendencia.
Las Asanas cuidan nuestra salud:
ü Tonifican, flexibilizan y armonizan el sistema osteo-artro-muscular (huesos, articulaciones y músculos).
ü Estimulan el buen funcionamiento del sistema endocrino.
ü Reequilibran el sistema nervioso central (cerebro, cerebelo, tronco encefálico y médula) y el periférico (red nerviosa).
ü Desbloquean los Chakras (centros energéticos) y mejora la circulación del Prana o energía vital.
ü Mejoran la capacidad de atender a las sensaciones que informan del funcionamiento del cuerpo, ya que el practicante debe prestar atención a la postura y a la respiración con la que siempre se la acompaña. Así va entrenándose en la concentración y paulatinamente llega a meditar sobre la asana que se ejecuta.
ü Serenan, mejoran la autoestima y liberan del miedo.
Existen muchas Asanas que se han ido incorporando a lo largo de los siglos de práctica del Yoga, y es indispensable adaptar la practica a las posturas que se ajusten al estado físico del practicante.
Los movimientos serán siempre suaves y gráciles. La constancia de la práctica diaria mejora la flexibilidad y se vuelve más sencilla con el correr del tiempo. Los logros fortalecen la autoestima.
¿Dónde y cómo…?
· Elije una habitación limpia, silenciosa y bien ventilada.
· Coloca una alfombra, manta o esterilla sobre el suelo.
· Usa ropa cómoda.
· Práctica con el estoma vacío. Si deseas practicar después de una comida ligera, deja pasar al menos dos horas y, después de una comida fuerte, por lo menos tres horas.
· Dedica suficiente tiempo a cada una de las etapas de la asana: hacer la postura, mantenerla y deshacerla.
· Recuerda acompáñate siempre de la respiración, por la nariz.
· Sostén la postura durante quince segundos y, con la práctica, extiéndela hasta un minuto.
· Descansa brevemente entre una y otra postura.
· No olvides terminar la sesión, siempre con una relajación final (savasana).
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Surya Namaskar. Saludo al Sol |
Fuente: revista salud alternativa, extra nº 7.